El grupo parlamentario socialista ha tildado de "opaca" la gestión de los CIE y ha reclamado al Ministerio del Interior datos sobre la situación de estos centros desde 2010 referentes al cómputo de fugas o al número de agentes de la Policía Nacional que prestan servicios en esas instalaciones.

El diputado socialista por Asturias, Antonio Trevín, ha sido el encargado de exigir esas cifras a Interior en una pregunta que ha registrado por escrito esta semana en el Congreso de los Diputados con motivo de los últimos motines y fugas intentadas o consumadas en los CIE de Aluche, Madrid, y de la Zona Franca de Barcelona.

"El Ministerio del Interior realiza una gestión totalmente opaca y no ha comparecido en el Parlamento para dar información cuando se le ha requerido, ni ha facilitado ni ha respondido a las preguntas que se le han formulado por los parlamentarios" en relación a los CIE, reprocha el grupo socialista.

Critica también cómo ha disminuido "sensiblemente" el dinero destinado al mantenimiento de estos centros y cómo se mantienen "mermadas" las plantillas de policías que prestan servicio en los CIE, "lo que ha puesto en riesgo de manera reiterada la seguridad de los internos y de los propios policías".

A todo esto añade los destrozos de "gran cantidad de mobiliario" en "las muy reiteradas protestas" de los internos "con las consecuencias que se derivan para la adecuada prestación de la atención a los internos y el coste que su reposición conlleva".

Por todo ello, el grupo socialista le ha trasladado a Interior siete preguntas con las que pretende conocer cuántos policías prestan servicio en cada CIE y cuántos han resultado heridos en incidentes con internos, así como cuántas fugas se han intentado y el número de los que lo han conseguido, todo ello desde 2010 y desglosado por años.

Además quiere saber el alcance de los daños causados en los distintos motines, cuántos internos han resultado heridos por la agresión de otros o en enfrentamientos con la policía y cuántos expedientes se han abierto a los encargados de la vigilancia de los CIE como consecuencia de las distintas fugas, también desde 2010.